Siento vergüenza de mi cuerpo, ¿Qué hago?

La insatisfacción corporal, como parte de nuestra autoestima, nos limita en ciertos aspectos de la vida. Algunas claves para superar esa inseguridad.

Si sientes o has sentido alguna vez vergüenza de tu cuerpo estás en el lugar indicado...



¿Hasta qué punto te afecta? ¿Sientes miedo a ser rechazado a causa de tu físico? ¿En tu trabajo? Cuando sentimos que esta inseguridad nos limita, o tenemos dificultades en nuestro día a día es hora de poner punto y final. Potenciar nuestra autoestima y auto-aceptación es la clave para acabar con el problema de raíz.

En los últimos años ha aumentado el número de personas que se sienten insatisfechas con su cuerpo. Esto es debido a que vivimos en una sociedad que ejerce grandes presiones para adaptarnos a los cánones de belleza impuestos, ya sea mediante la publicidad, medios de comunicación, o las personas que nos rodean, etc.

En el caso de las mujeres, son éstas las que perciben mayores niveles de exigencia con respecto a su cuerpo, pues tradicionalmente se las ha valorado más por su belleza que por su intelecto. A pesar de esto, en la actualidad, se está observando también en los varones una tendencia a preocuparse más por su aspecto físico que los hombres de generaciones anteriores.

El mayor nivel de exigencia que sienten las chicas es lo que podría explicar que sean ellas, en vez de los chicos, las que mayores niveles de insatisfacción con respecto a su cuerpo presenten. Lo que los estudios observan es que, a medida que se acercan a la pubertad, los niveles de autoestima y satisfacción corporal de las mujeres decaen en mayor medida que las de los chicos.

Pero, ¿Por qué nos preocupamos tanto por nuestro aspecto físico?

Las jóvenes perciben la delgadez como éxito social, es decir, como un signo de aceptación y popularidad. Se conceptualiza la belleza como un medio para conseguir la felicidad. Por ejemplo, muchos jóvenes creen que no podrán tener una pareja si no tienen un buen físico, entonces lo que hacen es intentar mejorar su cuerpo en vez de buscar de forma activa la forma de tener una relación. ¿No sería más lógico que si quieres ser feliz busques directamente esas cosas que te darán la felicidad?


La imagen corporal forma parte de nuestro auto-concepto y, por tanto, cobra importancia en la definición de nuestra autoestima (aunque esto varía de unas personas a otras, dependiendo del valor que otorguen a este constructo, su proceso de socialización y en qué etapa de la vida se encuentren). Es sobre todo en la adolescencia donde ocupa un papel fundamental, ya que en esta etapa todavía se está formando nuestra personalidad y estamos ante el comienzo de las primeras relaciones sexuales.


Paradójicamente, a medida que las mujeres van cumpliendo años y su belleza física decae, ganan seguridad con respecto a su cuerpo. Es decir, las mujeres de 40 se muestran más confiadas que las de 20. No tiene sentido, ¿no? ¿o sí? Si pensamos que estas mujeres, a través de su experiencia de vida, han descubierto que sin tener un cuerpo diez, han hecho su vida con normalidad no resulta tan ilógico, ¿no?

Esto explica por qué hay personas que se acercan más a ese ideal de cuerpo 10 y aún así se muestran insatisfechos con su cuerpo. Y gente que está más distanciada de ese cuerpazo y, aún así, no se preocupan por ello y son felices.


Y… ¿Cuáles son las consecuencias de que no me guste mi cuerpo?


1. El cómo nos vemos a nosotros mismos influye en cómo nos relacionamos.

Nuestra actitud y seguridad depende en gran medida de la satisfacción con nuestro cuerpo y es así como nos percibirán los demás. Son muchas las personas que atribuyen no tener éxito en sus relaciones sociales debido a su físico, obviando el componente actitudinal y cómo éste puede repercutir en sus interacciones con los demás. A continuación, un ejemplo muy típico:
Ana no se ve atractiva físicamente, por lo que piensa que los demás tampoco la ven guapa. A Ana le gusta Jorge, pero como piensa que Jorge la considera fea no se atreve a dirigirle la palabra. Finalmente, Jorge acaba saliendo con otra chica de su clase y Ana piensa que esa otra chica es más llamativa que ella.

¿Hasta qué punto es cierto que sólo influye el físico de Ana en gustarle a Jorge? ¿Qué hubiese pasado si Ana hubiese empezado a hablar con Jorge? No lo sabemos. Lo que sí está claro es que sin hablarle nunca iba a suceder nada. (Puedes leer más sobre esto aquí


2. Trae al presente sensaciones de cómo nos sentimos en el pasado.

Por ejemplo, muchas personas que durante su infancia o adolescencia tuvieron obesidad ahora están delgados. A pesar de esto, a la mínima de cambio se siguen considerando “gordos” o manifiestan una inseguridad con respecto a su peso en mayor medida que otras personas. ¿Por qué pasa esto? Esto se debe a que nuestra memoria posee un fuerte componente emocional que hace que sea muy fácil recordar cómo nos hemos sentido, volviendo a traer al presente las sensaciones que tuvimos en el pasado.


Son muchas las personas físicamente atractivas que manifiestan inseguridad con su cuerpo, siendo esto un problema de autoestima y no de imagen. Pero, ¿Qué hacen las personas cuando se sienten así? Van directos al gimnasio o a un nutricionista antes que a un psicólogo. Van a trabajar su cuerpo y no su inseguridad, cuando realmente es esta última el verdadero problema.


-Si quieres saber más acerca de cómo dejar el pasado atrás, puedes leer el siguiente artículo pinchando aquí.

“¿Qué hacen las personas cuando se sienten así?

Van directos al gimnasio o a un nutricionista antes

que a un psicólogo. Van a trabajar su cuerpo y

no su inseguridad, cuando realmente es ésta

el verdadero problema”.



Con esto no estoy diciendo que el físico no importe o no cuente en cómo nos sentimos. El mensaje es que un buen físico sin autoestima se queda en pañales.


3. Entrar en un bucle: el pez que se muerde la cola.

Esto también puede explicar por qué hay personas que se enganchan a las operaciones de cirugía estética. La inseguridad es un factor clave y ésta, precisamente, no se corta con el bisturí.

La inseguridad no está en la nariz de la persona, ni en su tripa, ni en su peso. La inseguridad se encuentra en la cabeza y en los pensamientos de esa persona. Es posible que, tras someterse a una operación de cirugía estética estas personas se encuentren otra imperfección en alguna otra parte de su cuerpo y empiecen a obsesionarse con él. ¿Quién te dice que tras la segunda intervención no se encontrarán otro defectillo en alguna otra parte de su cuerpo?

Esto se puede convertir en un círculo vicioso que lleve a una persona a tener una operación de cirugía estética detrás de otra. Nunca van a estar conformes con su aspecto físico porque lo que tienen que cambiar es su forma de pensar y trabajar su autoestima. El fallo está en su cabeza no en su cuerpo. Quererse tal como son es la clave de todo.


Entonces, ¿Qué hago si no me gusta mi cuerpo?

1.- Reflexiona acerca de lo que has leído. ¿Te has sentido identificado en algún aspecto? Si es así, piensa en esa situación en la que te has visto reflejado y piensa si podrías haber actuado de una forma diferente.


2.- Las personas que te quieren no te infravaloran ni te humillan. Si alguien te crítica y hace comentarios despectivos sobre tu físico, piensa acerca de tu relación con ella y plantéate la posibilidad de tomar distancia. Puede que sea una persona tóxica.

3.- No busques la aprobación de los demás a toda costa. Que algo te quede claro: nunca, nunca, nunca obtendrás la aprobación del TODO el mundo. ¡Nunca! Si basas tu autoestima y auto-percepción en la forma en la que te ven los demás, nunca serás feliz. Siempre habrá alguien que tenga algo que objetar en contra de ti.

4.- Rodéate de personas que te quieren por lo que eres, no por tu físico. Si alguna persona te presiona para que seas de esta u otra forma, deberías pensar qué te aporta a ti verdaderamente la relación con esa persona. ¿Te valora por tu apariencia o por la persona que eres?

5.- No te compares con otras personas. Dicen que en la variedad está el gusto. No hay una forma correcta de belleza. Se es diferente y se gusta a unas personas y a otras no. De hecho, a lo largo de las diferentes sociedades de la historia, se han establecidos distintos cánones para pautar lo que era bello. En China, por ejemplo, los pies pequeños; la gordura en África, donde es símbolo de alto status; la palidez y piel blanca del Renamiento; la hiperdelgadez y ser morena de piel hoy en día. ¿Cuál es la belleza real?


6.- Cambia tu actitud. Cambiará tu mundo.




REFERENCIAS


Anuel, A., Bracho, A., Brito, N., Rondon Bernard, J. e., & Sulbarán, D. (2013). Autoaceptación y mecanismos cognitivos sobre la imagen corporal. Psicothema, 24 (3) 390-395.


Pastor, R. (2004). Cuerpo y género; representación e imagen corporal, En E. Barberá, I. Martínez-Benlloch, (Eds) Psicología y género (218-239). Madrid: Pearson educación.


Stice, E; Rohde, P; Durant, S. Shaw, G., y Wade, E. (2013). Effectiveness od peer-led dissonance-based eating disorder prevention groups: Results froma two randomized pilot trials. Behaviour Research and Therapy, 51 (4-5), 197. Obtenido de http://search.proquest.com/docvier/1323074221?accountid=14777


Tubert, S. (2010). Los ideales culturales de feminidad y sus efectos sobre el cuerpo de las mujeres. Quaderns de Psicologia, 12 (2) 161-174 Obtenido de http://www.quadernsdespsicologia.cat/article/view/760


Trujano, P; Nava, C; de Gracia, M; Limón, G; Alatriste, A. l; Merino, M. T; Trastorno de la imagen corporal. Un estudio con preadolescentes y reflexiones desde la perspectiva de género. Anales de psicología. 2010, vol.26, nº2 (julio), 279-287

Por Sandra Bernal, Psicóloga Online.



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