¿Cómo subo mi autoestima?

La autoestima influye en numerosos aspectos de nuestra vida. Descubre cómo potenciarla con las siguientes claves.

¿Qué es la autoestima?


Seguramente la mayoría de personas han oído hablar de la autoestima, pero ¿sabrían hacer una definición de ella?

Sabemos que el verbo estimar viene del latín "aestimare" que significa "determinar el valor ". Si añadimos la palabra "auto" podemos sacar la conclusión de que la autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. 

¿Cuándo aparece la autoestima?


La autoestima de las personas surge con la aparición de la conciencia de sí mismo en la infancia. Esta conciencia se entiende como que el infante se da cuenta de que él es uno y el resto de personas son otros. Es entonces cuando se percibe como independiente, se auto-examina y se compara con otros. Ahí es donde surge nuestra autoestima: en la infancia. Sin embargo, crecerá o menguará a lo largo de toda nuestra vida. 


¿Cómo se forma nuestra autoestima?


Durante nuestra infancia, podemos escuchar comentarios sobre nosotros acerca de nuestras características, capacidades y limitaciones. De esta forma, podemos percibir lo que otras personas piensan sobre nosotros. Es como si estas personas nos devolviesen el reflejo de nuestra imagen en un espejo, que nos sirve de base para vernos a nosotros mismos y formarnos una imagen mental de cómo somos.
 
Las valoraciones que recibimos de nuestros padres y familiares, maestros, de los demás niños y amigos, así como nuestras habilidades atléticas y popularidad, nos influirán no sólo a la hora de formar nuestro auto-concepto sino también a la hora de valorar qué cualidades consideramos que son importantes tener. 

autoobservacion

Autoobservación: ¿Cómo nos influye?


Como decía René Descartes "¡Pienso, luego existo!". La capacidad de pensar acerca de nuestros pensamientos y sentimientos es algo que nos puede ser de gran ayuda en muchas áreas de nuestra vida. La auto-observación es la capacidad que diferencia a los humanos del resto de especies con las que habitamos en el planeta.

Nos permite conocernos mejor. Saber cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles y, por tanto, potencia nuestra capacidad de adaptación y solución de problemas. 

Sin embargo, analizarnos constantemente puede no ser beneficioso. Focalizar toda nuestra atención en nosotros mismos de forma obsesiva y continuada, puede hacer que perdamos la espontaneidad y nos bloqueemos. Estar pendiente en todo momento de lo que hacemos, la impresión que causamos en las otras personas y cómo se supone que "debemos" actuar puede jugarnos una mala pasada, puesto que no estamos prestando verdadera atención a lo que realmente importa. 

¿Para qué sirve tener una buena autoestima?


Los psicólogos que han estudiado el tema están de acuerdo. Por ejemplo, Taylor, de la Universidad de California, descubrió que tener una buena opinión acerca de sí mismo (aunque ésta no sea totalmente ajustada a la realidad) aumenta la confianza en nosotros mismos y nos protege contra la desesperanza, siendo éstos factores protectores de salud mental como crisis depresivas, trastornos de ansiedad, etc.

aumentar autoestima

¿Cuales son las consecuencias de no tener una buena autoestima?


En las personas que no tienen una autoestima equilibrada (ya sea porque su autoestima es demasiado alta o baja), la forma de comunicarse suele estar alterada. Bien se muestran como personas demasiado inhibidas, que no dicen lo que piensan. O, por el contrario, pueden mostrarse irascibles a la mínima de cambio, debido al malestar que experimentan consigo mismos. 

Esto hace que las relaciones de estas personas con los demás se vean alteradas, tanto si se trata de realciones de amistad, de pareja, etc. Además, la autoestima está muy relacionada con la inseguridad y ésta se refleja en la intimidad de la pareja. Las personas con baja autoestima pueden tener dificultades para establecer  una intimidad real con otras personas. Pueden mostrarte tremendamente sensibles ante cualquier cosa que para otras personas no tendría importancia.

Entonces, ¿debo buscar conseguir aumentar mi autoestima a toda costa?


Gran cantidad de problemas que trato como psicóloga vienen precedidos de una baja autoestima, que los desencadena tanto de forma directa como indirectamente. 

Entre ellos, aparecen problemas de relación y comunicación con otras personas, inseguridad, síntomas depresivos y de ansiedad, necesidad de aprobación de alimentación, conductas agresivas, disfunciones sexuales, adicciones e incluso abuso infantil.

¿Cómo puedo aumentar mi autoestima? 



1. Relaciones auténticas con otras personas


Las relaciones con los demás fortalecen la autoestima. Sin embargo, no sirve cualquier tipo de relación. Éstas deben de ser auténticas. Relaciones en las que te puedas expresar tal cual eres, con tus virtudes y defectos y, aún así, ser aceptado por el otro. 

2. Incentivar nuestras pasiones

Los trabajos y ocupaciones que nos gustan también son una fuente de autoestima. Nos ayudan a sentirnos realizados y útiles. Este es uno de los motivos, y no sólo el económico, por el que las personas que pierden o no consiguen un trabajo ven mermada su autoestima. El sentimiento de no "ser lo suficientemente bueno" menoscaba nuestra autoimagen. Tener proyectos con significado para nosotros nos impulsa a seguir adelante con mayor optimismo e ilusión.

3. Dejar el egoísmo a un lado


Muchas veces estamos tan pendientes de nosotros mismos que no nos damos cuenta de que las personas que tenemos en frente también tienen una vida con problemas, sentimientos. etc. Centrarnos en estas personas nos permitirá desbloquearnos de los miedos que podamos tener acerca de nuestras inseguridades en las relaciones con los demás, a la vez que estableceremos vínculos más profundos. 

4. Piensa en soluciones, no en problemas

 
Las personas que se valoran prefieren centrarse en sus capacidades y en cómo desarrollarlas, no en maltratarse psicológicamente pensando en todos sus defectos. Buscan una solución para cada problema y siguen hacia adelante. 

5. Ayuda a otros

Las personas que practican actividades de voluntariado sufren menos ansiedad, duermen mejor, superan con mayor tino las circunstancias desfavorables de su vida cotidiana y tienen una autoestima más alta que quienes no las practican. Según ellos, lo más gratificante de su actividad altruista es el sentimiento de compartir sus recursos emocionales y físicos y de conectarse con otras personas. 

 Espero que este post te haya sido de ayuda, si quieres conocer más de mí, puedes hacerlo aquí.


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